lunes, 30 de julio de 2012

CEE

Por suerte la sueca no sabía español. Él era atractivo, su comunicación no verbal, excelente. Mentiroso, taimado, ingenioso, perspicaz, se la llevó al huerto sin muchos preámbulos. En las playas del país del sol, comenzó la espectacular, legendaria, andadura europea.





Fernando Gracia Ortuño



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domingo, 29 de julio de 2012

Idílico

Bueno, a ver, no tengo muy buen recuerdo de mi abuelo. Tenía un perro pastor que me arrancó media cara cuando era niño, y ante su sonrisa de satisfacción me cayó fatal, la verdad. Lástima que cuando crecí el perro ya había muerto, y no pude tirarle sus menudillos.




Fernando Gracia Ortuño


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jueves, 26 de julio de 2012

Pegarse un barrigazo

Lo había conseguido todo en la vida, dinero, prestigio, mujeres... Nada le satisfacía. Quiso volver a sentir aquellas emociones de la infancia que tanto añoraba por las noches, para sentirse vivo, convencido que semejante pantomima no podría durar, pero no supo dirigir el globo estático, estrellándose tontamente.



Fernando Gracia Ortuño



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martes, 24 de julio de 2012

Lobo

En el fondo prefería cuando se transformaba en lobuno. Los saltos eran espectaculares, de bloque a bloque de la ciudad. La fuerza, descomunal. El hambre, la sed, el deseo..., todo se multiplicaba por mil, y aunque odiaba los rayos de sol, la noche era una sinfonía de aullidos.




Fernando Gracia Ortuño


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lunes, 23 de julio de 2012

Identidades

No se concebía sin esas personificaciones. Vivía con ellas. Si veía un cojo por la calle, le iba detrás, remedándolo. Si escuchaba un gritón en otro piso, gritaba en casa. Si alguien tropezaba, él también. Todos los tics, manías, deformidades... Hasta que vio "El exorcista"



Fernando Gracia Ortuño


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domingo, 22 de julio de 2012

Telenovela

Cruzó los mares para verla, pero cuando llegó, ya tenía a otro. Esto le pasaba por su fobia a los aviones. Dos meses fue demasiado. Entonces huyó de ella, desesperado, y se quedó en aquél país, trabajando sus fobias, imaginando que se bebía el océano para regresar


Fernando Gracia Ortuño

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Pensamientos compartidos

   Como decía Unamuno, la vanidad del mundo y el cómo pasa, y el amor, son los verdaderos motivos de la auténtica poesía. Dentro de la conciencia de esa vanidad está implícita la muerte. Y dentro de ése "el cómo pasa" se englobarían todos los cambios que hacen de la vida extremos tan dispares que van del dolor más agudo a la fugaz conciencia de belleza y su consiguiente sentimiento, el amor.

   Yo creo que la conciencia de muerte es la que hace girar el mundo, mientras que la conciencia del amor la que lo detiene, en cierto modo.

   De modo parecido a tu explicación, la conciencia de muerte para mí se escamotea momentaneamente durante el corto período de vida, para reaflorar con la enfermedad y el fiinal de los días, cuando, como sabemos, al tomar real conciencia de su llegada, vuelve a surgir, y ello tiene como consecuencia hacernos más humanos, humildes, solidarios, indefensos, y democráticos y realistas.

    Dentro de la conciencia del amor, en cambio, ese escamoteamiento de la muerte no ha tenido lugar, y por tanto, al asumirse desde el primer momento, al recordarse a cada instante, sin olvidarse jamás desde que a los seis años se produjo por primera vez, yo creo que es motivo que da pie a la conciencia del arte y la belleza.

    En cierto modo, la conciencia del amor fugaz y de lo efímero de la existencia humana hace del arte un sustituto de perpetuidad, un apósito mental de la conciencia contra la fugacidad y la muerte. Y por tanto, concluyo, para no extenderme mucho, que si hay algo que perpetúa el afán amoroso y conciente de la caducidad humana, este algo está relacionado con este amor creador de arte y belleza, que, en contra de la barbarie escamoteadora inconsciente del temor a la muerte, del escamoteamiento de la vida y su fin, también sabe crear el hombre. Tal vez como placebo, tal vez como consuelo de perpetuidad, de permanencia...

   Cordial saludo, amigos míos

   Sortijero

   Fernando Gracia Ortuño

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miércoles, 11 de julio de 2012

Bendita candidez

Uno de los que vagabundeaban entre barracones se acercó a la alambrada. Al husmear el aire proveniente de los crematorios, exclamó:
-¡Estos cabrones...! ¡Nosotros aquí languideciendo, y ellos haciéndose sus barbacoas, con sus costillitas, sus cervecitas y sus chuletones braseados.



Fernando Gracia Ortuño

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martes, 10 de julio de 2012

Banquete

El mobiliario era impecable, sorprendiendo aquél camarero mofándose de un subordinado: ¡estudioso, titulado!, le llamaba. En esto el metre irrumpió en la sala con una bandeja:
-¡Llévalo!
-¡Si ej que pa hacé café y llevá etto no hace farta eztudiá!
-¡Pero sí muchas cervezas y cinco ossobucos, verdad!


Fernando Gracia Ortuño

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lunes, 9 de julio de 2012

Jungla

La ley del asfalto volvía, inexorable. Los escasos afortunados que podían comer vivían en constante persecución, caza de brujas y asesinatos. Los tecnócratas, en sus almenas inaccesibles, se hacían cada vez más opulentos, mientras en la calle la ley del más fuerte imperaba con toda la crudeza homicida.



Fernando Gracia Ortuño

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domingo, 8 de julio de 2012

Reconciliación

Toda la alegría desapareció en el instante en que ella le dijo que se fuera. Supo entonces que podría estar muerto sin que nada importase. La sorpresa llegó cuando lo volvió a llamar para preguntarle cómo estaba.


Fernando Gracia Ortuño

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Nirvana Criminal

Todo lo mejor de la vida sucedía en las casas, pensó el criminal convicto. No en la cárcel. El amor, el sexo, la violencia, y muchas más cosas que lo abstrayeron hasta parecer un buda nirvánico


Fernando Gracia Ortuño

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Física orgánica

La mujer encendió el televisor. Al ver las noticias comentó a su acompañante:
-¡Mira, ya han descubierto el bosón de Higgs!
-¡Ya era hora! -comentó el otro-. Las mujeres de este país llevan sin pasar un buen rato por lo menos ochenta años.


Fernando Gracia Ortuño

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sábado, 7 de julio de 2012

Consejo

Tienes que ser tú mismo, rezaba el eslogan publicitario de la gasolinera. Pero cuando cogió el lanzallamas para arrasar el pequeño pueblo de montaña, Rambo no sabía exactamente si era él mismo, o bien el personaje creado por una mente siniestra.


Fernando Gracia Ortuño
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viernes, 6 de julio de 2012

Olfativa

Lo suyo era una ceguera muy especial. Se conducía por olor, instintivamente. En sus pensamientos y acciones primaba más el olfato. Ése prodigio sobrenatural era su principal cualidad. Por eso, después de mil zoombies, dio con el más adecuado compañero para ella: el perfumado Bitelchús


Fernando Gracia Ortuño
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jueves, 5 de julio de 2012

Metamorfosis

La grave sacerdotisa inició el vuelo negro de su monserga de agujas y trapos. La arpía que la contrató quería perjudicar al vecino. Pero, al visionarlo, espantada, se apartó corriendo en un vade retro frenético, topándose fatalmente con la inmensa cucaracha que, pataleando a su lado, acabó engulléndola.


Fernando Gracia Ortuño
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miércoles, 4 de julio de 2012

Indiscreto

A cambio le daba un pato de goma. Luego no cesaba en su afán para que le enseñara lo que celosamente ocultaba bajo la blusa al administrarle la pastilla. En la sala de aquél moribundo, viendo sus exuberancias en el espejo, harta ya, en ése instante acabó con aquello.


Fernando Gracia Ortuño
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