miércoles, 17 de julio de 2013

Un infierno en la tierra

   Ahora que estamos en época de vacaciones, que no te pille una compañía  aérea de ésas que cuando tienen over booking pasan de ti olímpicamente, y si te toca a ti, justamente, arguyendo algún falaz motivo administrativo o alguna tara en tu billete, -mentirosa-, te dejan tirado durante días, o semanas, e incluso meses, en algún aeropuerto perdido de la mano de Dios, al amparo del medio ambiente más hostil y depravado, mientras los avispados estafadores de turno, el vacío legal e incluso policial que te defiendiere, o los mendigos infaustos, o la simple  suciedad y la falta de recursos e higiene, el estar tirado, sin hogar, ni refugio más que el de las tarimas improvisadas, los bancos de cartón o la vida al socaire de lo más rudimentario, junto con las costumbres de los sin techo, se hacen fuertes, cebándose en ti y en tus derechos de agua de borrajas de billete comprado por Internet y sin muchas garantías.

   Ahora que tienes que emprender viajes largos en avión con múltiples escalas, con el dinero ahorrado de años, para tal vez poder ver a tus seres queridos, tanto tiempo añorados, que no te estafen compañías sin el menor escrúpulo que se pasan por el forro todos tus grandes sentimientos, sin la menor ética, ni moral, ni dignidad, ni vergüenza, bajo la bonita fachada de la mejor educación, esa que se supone es la más desarrollada y moderna, con muestras de la más excelsa cordialidad en sofisticadas máscaras de rubias y dulces azafatas “diez” con dicción súper pulida, armoniosa y estética, que luego, sin embargo, intentarán por todos los medios, con sus verborreas correctas y formales, llevarte al huerto de sus premisas establecidas para cuando estas grandes y excelsas y formidables compañías aéreas, te dejen tirado porque ellos tienen over booking, y bajo pretextos mentirosos te arrojarán como peor que un perro y sin agua en cualquier ciudad hostil y desconocida. Sin piedad, dejado en el olvido, tirado en el marasmo del vacío existencial, entre multitudes desconocidas sudorosas y sucias, que sin apenas recursos para salir al paso del atolladero en que se ha convertido sus bonitas vacaciones, maldicen la hora en que contrataron los servicios y compraron los billetes de estas soberbias e imponentes, “perfectas” y “eficientes” compañías aéreas, que con el fin de lucrar sus arcas han vendido más viajes de los existentes, para hacerte maldecir el haber nacido, esperando durante días o semanas, o tal vez meses, hasta que, según te indican a todas horas, “haya un vuelo disponible”, en las peores condiciones de tu vida en que recordarás la aventura de tus vacaciones como el peor de los infiernos en vida.

Ahora que vienen los largos viajes con escalas azarosas impredecibles, en que las familias se reúnen después de muchísimo tiempo, con alegría y con llanto, que no te pase el infierno en la tierra, ni a ti ni a tu familia. Que no te coja una de estas grandes y supuestas compañías que se hacen llamar “excelentes en sus servicios”, pero en realidad están repletas de inútiles desalmados.

Que no te cojan, ni a ti ni a tus seres queridos.



Fernando Gracia Ortuño

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