Primero se escuchó un gruñido espantoso. Después unos crujidos extraños,
seguidos de un alboroto y horrorosas masticaciones. Se estaba liando
una bronca cuando caí de la cama: Aquél animal extraño daba unos saltos
tremendos, de un bloque a otro de la calle, infernal y aullante
criatura voladora.
Fernando Gracia Ortuño
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