Arrojó todas las papas, sin apenas dar crédito. Él, que había sido siempre el matón de la clase, amenazando a los más pequeños, pegando a traición y respaldado por la pandilla reunida a la hora del patio. Los niños pueden ser muy crueles, pensó, recordando las palabras de la maestra.
Fernando Gracia Ortuño
OcioZero
Fernando Gracia Ortuño
No hay comentarios:
Publicar un comentario