domingo, 27 de enero de 2013

Los mejores

  


                  


De entre todas las personas que más admiro están las que saben memorizar listines telefónicos. Lo confieso, yo sería incapaz de hacer una cosa así. Pero las personas capaces de memorizar cualquier listín de teléfono, está demostrado que son especiales. Suelen triunfar en concursos de listines telefónicos. Cada vez tengo más clara una cosa: Memorizar números es importante, te ayuda, le hace pensar a la gente que sabes de qué va la cosa, que eres más importante. Es una habilidad que no está al alcance de cualquiera. Por ejemplo, nadie sabe mejor que nadie quién tiene tal número de teléfono, pero las personas que memorizan listines sí. Ahí está la clave del asunto. Es como una prerrogativa especial, un privilegio. No todo el mundo está a la misma altura. El saber es poder...


Fernando Gracia Ortuño

Copyright

5 comentarios:

  1. Precioso texto, Fernando.
    Me ha recordado a una persona de mi pueblo, cuando yo era chica, que se sabía el listín de teléfonos entero, lo recitaba en orden alfabético perfecto y, en efecto, era una persona especial.
    Entonces había pocos teléfonos, eso sí.
    Gracias.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Hay un relato de Borges, "Funes, el memorioso", en el que el protagonista se queja de que su memoria es "como un vaciadero de basuras". Me he acordado de él al pensar en esas "guías telefónicas ambulantes"...
    Un saludo, Fernando.

    ResponderEliminar
  3. Hola, amigos... Gracias María por tus amables palabras, ojalá que estos dones estuvieran más repartidos, verdad? Qué suerte poder tener ese don, una retención tan potente como la de los superdotados, combinada con las demás facultades. A mí me enseñaron que hay que comprender antes que memorizar mecanicamente, pero está claro que sin memoria no se puede comprender tan bien. Una memoria prodigiosa como la de algunos no es muy frecuente, pero sería de gran utilidad, no cabe ninguna duda. Lo mío se limita a memoria a largo plazo, eso sí, muy aceptable, pero de ahí a a tener una prodigiosa a corto plazo como la de algunos afortunados va un mundo, ya me gustaría ya....

    Saludos Rafael, a ver si encuentro el cuento que dices de Borges

    Un abrazo, amigos

    ResponderEliminar
  4. Me ha gustado mucho tu microrrelato, es muy agradable de leer. Siempre me dieron envidia ese tipo de gente, yo no sé que haría sin mi agenda...
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. Gracias Jon, a mi también me pasa, es una gran ventaja

    Saludos

    ResponderEliminar