lunes, 22 de octubre de 2012

Maquillaje

En el mugriento vagón cabían más de mil personas apelotonadas, sin apenas espacio para respirar. El olor, el calor y la incomodidad se hacían insoportables. Aún así, la chica pidió bajar para arreglarse las uñas y maquillarse los ojos.



Fernando Gracia Ortuño

Copyright

No hay comentarios:

Publicar un comentario