Me gusta cuando tu lozanía se ablanda en el asiento, y apartas con desdén la mirada del joven en el metro. O cuando de tu frente huye el reflejo de lo que fuiste. Te veo pasar, asustado, y de pronto aparece ante mí una arpía poseedora de tormentos.
Fernando Gracia Ortuño
Copyright
No hay comentarios:
Publicar un comentario