Lo peor no era que se zampara los entrecots. Ni que tirara la guarnición a la basura, por si acaso lo pillaban. Tampoco que colara el caldo, dejándo sólo los huesos. Lo peor venía cuando durante horas imitaba con voz amanerada la canción de los Pecos.
Fernando Gracia Ortuño
Copyright
No hay comentarios:
Publicar un comentario