domingo, 4 de marzo de 2012

Frontera

Como había estado tanto tiempo sin pulsaciones, le preguntaron qué había visto y sentido..., cómo era la concesión aquélla del más allá. Pero a él se le antojó que no hablaría, al ser imposible, en aquél ambiente,  describir tanta pureza, pues no la podrían siquiera concebir.

Fernando Gracia Ortuño
OcioZero

No hay comentarios:

Publicar un comentario